
Los días 27 al 28 de este mes de octubre se dio cita en la Oficina Nacional, sede de nuestra Obra, el Comité Ejecutivo General para su última reunión oficial de este año. Superintendentes y Secretarios de los cinco distritos del país lograron acudir al encuentro a pesar de las limitaciones impuestas por la Covid. Más allá de las intensas jornadas de trabajo que comenzaron desde temprano y se extendieron hasta tarde en las noches, fue un extraordinario encuentro de amistad y armonía. Nuestra Obra disfruta hoy, de un liderazgo unido, cohesionado no solo por su sólido cuerpo doctrinal, sino también por la visión y misión que claramente definen el trabajo de las Asambleas de Dios en Cuba.
En la mañana del martes el Superintendente General Rev. Moisés de Prada ministró en el devocional matutino animando al compromiso y esfuerzo, por llevar adelante la Obra a pesar de la oposición de las tinieblas; la iglesia está llamada a prevalecer. El segundo día, antes de comenzar la jornada de trabajo, el Rev. Herminio Pupo, Ministro Jubilado, quien fuera nuestro tesorero General por más de 36 años, y ahora, Director de la Comisión Nacional de Historia, urgió al liderazgo a entender la necesidad de volver a las sendas antiguas y restaurar el mover del Espíritu en la iglesia. Y es que solo una generación llena del Espíritu y que ministra bajo el influjo de su poder, pondrá a esta nación en la perspectiva de encontrarse con Dios.
Como siempre el trabajo desplegado por la comisión de servicio fue excelente; degustamos con gratitud desayunos, almuerzos y comidas, elaborados y presentados con exquisita y singular maestría. La fecha también fue ocasión para significar el Día del Ministro Cristiano.
Hay mucho trabajo por hacer, hay muchas brechas que enmendar, muchas batallas que ganar, pero una cosa es ciertísima, el respaldo de Dios es una realidad ineludible. Somos depositarios de la fe que vence al mundo; somos testigos de la gracia que convierte a los pecadores en hombres de bien; somos administradores de poder de Dios y predicadores del mensaje que transformará a nuestra nación: el Evangelio de Jesucristo.
Secretaría General